A pesar de ser un barranco corto, presenta un gran desnivel, en cuatro rappeles seguidos hay que superar 132 metros. Uno de ellos, el más largo de la zona (72 metros), que se puede fraccionar en dos (32 + 40), se realiza sobre una gran chorrera amarilla, visible desde todo el entorno.
Lo inóspito del lugar, hace que algunas zonas se puedan considerar como pequeñas selvas, donde hay que ir apartando la vegetación que sale a nuestro paso. Terreno para la aventura en la Serranía de Cuenca.
La mejor época del año para hacerlo es en primavera, o despues de unas fuertes lluvias, para disfrutar a tope de la gran colada amarilla, que de por sí, ya justifica plenamente, la lucha con la vegetación. Las vistas sobre el río Cuervo son impresionantes. Perfecto para iniciados en este apasionante deporte.